a sin el disfraz hipócrita de la supuesta ayuda a los pobres, el prianismo salinizado sacó adelante una forma cruda de imposición fiscal: Nomás tantito, es decir, un uno por ciento más de IVA como forma de financiar las arcas saqueadas y los errores operativos de un calderonismo pasmado al que acaban apuntalando los priístas en San Lázaro para preservar sus presuntas opciones de retorno a Los Pinos. Plan de rescate de última hora que provocó división en la bancada tricolor, pero a fin de cuentas se impuso la línea dictada desde la Casa de Sal y aplicada por medio del comisionado en la Cámara de Diputados, el fiel Francisco Rojas (de Gortari). Adiós al anzuelo del 2 por ciento y aterrizaje forzado en el plan B, que según eso ni existía. Hacienda y Los Pinos quedan nuevamente como estrategas del vacío y el priísmo carlista sigue acomodando cartas con la vista puesta en 2012, intercambiando difíciles favores votantes en San Lázaro por la entrega real de lo que quedare de poder calderónico.
Los trazos preocupantes del futuro económico inmediato se combinan con la provocación constante que desde los restos del naufragio felipense se cometen contra la resistencia eléctrica. La tal mesa de diálogo acabó en una burla descarnada, tanto por los términos de los ofrecimientos allí hechos, que partían del imperativo de que la contraparte primero pasara a firmar su liquidación y luego viriguara, como por haber aparecido tal rendija de apertura luego de una marcha abundante y decidida que había demostrado la capacidad de respuesta de los trabajadores agraviados y de un segmento social que les da solidaridad.
Pareciera que la administración calderonista está deseosa de que se desborden las protestas sociales y ello le permita desplegar estrategias de contención y represión largamente estudiadas y preparadas. Durante más de tres años el felipismo ha sido objeto de una oposición que ha sobrevivido a la difamación, la unilateralidad mediática, la infiltración y la división enchuchadas. Hoy, derrotado por sí mismo ese reino ilegítimo de Los Pinos, virtualmente adelantada la entrega del poder al salinismo emergente, no faltan quienes creen que ha llegado el momento de ajustar cuentas con la izquierda social subsistente. El proyecto de nación que impulsa el prianismo reunificado necesita el desplazamiento extremo de las opciones que puedan obstruir, retardar e incluso exterminar esos sueños de salinismo bipartidista reinstalado. Por ello es que los hermanos rencontrados corren juntos los riesgos de incrementar el IVA, tomados de la mano frente a los peligros de la inflación, del descontrol e incluso del descontento social desbordado.
El pretexto para enfrentar a fondo a esa izquierda molesta se ha desatado a partir del conflicto eléctrico. La propaganda fascistoide de engaño colectivo y satanización del adversario se ha multiplicado en estos días, con el SME y sus líderes en la mira pero, además, con el lopezobradorismo y el movimiento de resistencia pacífica como destinatarios finales. Es como si desde ahora se quisiera limpiar el camino rumbo al 2012, en una visión criminal que considerara las posibilidades de sangre, cárcel y persecusiones para que así solamente quedaran en el escenario los parientes en fraterna competencia, el PAN desfondado y el PRI revaluado.
En ese contexto de avanzada e intencional prostitución de todo lo público, la batalla por la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es una pieza más de intercambio de favores políticos. La larga noche del soberanismo ha demostrado que, salvo para gastar impunemente fortunas públicas, de muy poco ha servido esa instancia de presunta atención y combate a los agravios hechos desde el poder a ciudadanos. Hasta ahora, la CNDH sólo ha sido trampolín político, botín laboral, riqueza para unos cuantos, engaño sostenido y material para arreglos y chantajes políticos. De entre los aspirantes destacan los candidatos de las instancias de poder que pretenden colocar a uno de los suyos para que así les proteja o para que resuelvan determinados casos conforme a las instrucciones de sus tutores: en algunos casos son protegidos del influyente senador Beltrones; en otros son personajes que fueron funcionarios o funcionarias del foxismo, y hay quienes defienden la camiseta del grupo de Jorge Carpizo en esa mediatizadora creación del ex secretario de Gobernación. En ese abanico, la única posibilidad de ciertos cambios está en Emilio Álvarez Icaza, oportunamente vetado por la cúpula de la Iglesia católica. Ya se verá si en el canje de favores políticos que el prianismo practica en estos días se ha incluido la concesión de la CNDH a alguno de los distinguidos clientes participantes.
Astillas
Una pareja de lectores jubilados narra: “En la colonia Cuauhtémoc, cerca de las oficinas de la CFE que están en Río Lerma, desde hace tiempo notamos que por lo menos dos días a la semana, afuera de las mentadas oficinas, se forma una fila de gente en plena calle, junto al flujo vehicular. Van personas de todas las edades, es más, en vacaciones, las señoras llevan a sus hijos. Todos van muy arreglados, con ropa limpia y planchada, como si fueran a una entrevista de trabajo. Ya instalados en la fila de Río Lerma, su trabajo es esperar horas, usualmente la gente se queda ahí toda la mañana, de las 8 am a las 5 pm aproximadamente, y en cierto momento la gente se pone de pie, pasa un Volvo y todos se acercan para saludar a la persona que maneja el lujoso automóvil, es decir, el líder sindical. Todos se amontonan junto al Volvo con la esperanza de ser reconocidos algún día y así obtener un trabajo seguro de parte de Víctor Fuentes del Villar, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (aunque en realidad debió dejar el cargo desde 2007) y sobrino de La Güera Rodríguez Alcaine. Un pariente me hizo recordar que hace muchos años vivíamos cerca de la oficina de La Güera y él hacía lo mismo: dejaba esperando en el sol o la lluvia a marabuntas desesperadas por conseguir una chambita de lo que fuera”... ¡Hasta mañana!
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